
Es innegable el cambio de paradigma que el urbanismo ha vivido en los últimos años, incorporando a su diseño y ejecución criterios de sostenibilidad que a día de hoy se consideran ya indispensables para el desarrollo de toda ciudad, así como del medio rural. Un nuevo urbanismo guiado por estrategias de desarrollo sostenible que, además, debe tener en cuenta los logros marcados a largo plazo –no debemos olvidar que los objetivos de sostenibilidad global atienden a un plazo no inmediato, y es por ello por lo que, a la hora de redactar un plan urbanístico, no debe atenderse exclusivamente a un plazo de unos 12-20 años, como se ha venido realizando tradicionalmente, si no a un periodo más prolongado-.
Es fundamental incorporar principios sostenibles desde la primera fase de planificación, para tenerlos en cuenta también en los desarrollos de detalle, en actuaciones de rehabilitación… Por tanto, toda estrategia de planeamiento debe incorporar, entre otros, los siguientes criterios:
- Preservación y mantenimiento del medio ambiente y del paisaje.
- Uso sostenible del patrimonio ya edificado, protegiendo aquellos elementos más significativos y reutilizando los tejidos urbanos degradados.
- Fomento de la diversidad y versatilidad de los espacios públicos.
- Mecanismos que favorezcan el acceso y disfrute de la población a las dotaciones (zonas verdes, equipamientos, etc.).
- Eficiencia de los recursos.
- Fomento del transporte público y no motorizado.
- Optimización del consumo energético y de agua.
- Disminución de los residuos así como de la emisión de contaminantes al entorno fomentando el reciclaje y gestión de los mismos.
- Estrategia que favorezca la mejora de la calidad de vida y la cohesión social.
- Promover la transparencia administrativa y participación ciudadana.
¿Cómo afectan los criterios de sostenibilidad a los diferentes instrumentos de planeamiento?
Los Planes Generales de Ordenación Urbanística, en tanto instrumento de ordenación del suelo municipal, deben incorporar desde su planteamiento inicial una diversidad de usos del mismo en la que se tenga en cuenta tanto las preexistencias y necesidades, como el mayor o menor grado de complejidad urbanística que se da en el territorio que se va a ordenar; siendo uno de los objetivos prioritarios la reducción del consumo de suelo mediante una búsqueda adecuada de la distribución de las posibles utilizaciones del mismo, dado que la actividad edificatoria e infraestructural que se pueda llegar a crear provocará un consumo de suelo que no podrá ser regenerado. La inclusión de zonas verdes, corredores ecológicos, vías peatonales y ciclistas o la protección de espacios por su valor natural, patrimonial o paisajístico, deben ser igualmente incorporados en la propuesta urbanística para hacer posible su posterior ejecución o protección, teniendo en cuenta este enfoque sostenible.
De este modo, el planeamiento urbanístico debe iniciarse con un estudio del modelo de asentamiento presente en el territorio, realizando una primera evaluación del suelo urbanizado y sus posibilidades de ampliación, así como de los recursos disponibles y los residuos que la actividad humana genere o pueda llegar a producir, analizando las posibilidades de reutilización y regeneración de tejidos existentes, como alternativa a la ocupación de suelo en estado natural, para de este modo, poder compatibilizar las eventuales necesidades de crecimiento con una adecuada preservación del medio ambiente.
Así, el Planeamiento de Desarrollo en la medida de su ámbito de actuación, aplicará criterios de sostenibilidad adecuados al planeamiento general y a la ordenación territorial a la escala en la que van a actuar y atendiendo a las anteriores premisas. Por un lado, los Planes Parciales ordenan un sector de suelo urbanizable definiendo el tipo de urbanización y siguiendo aspectos clave como la estructura de espacios naturales o la localización de edificios. Por otro lado, en los Estudios de Detalle adquieren especial relevancia los criterios bioclimáticos en la ordenación, en tanto que este documento se encarga de completar o adaptar el señalamiento de alineaciones y rasantes, ordenar los volúmenes edificables y determinar las condiciones estéticas y de composición de la edificación complementarias al planeamiento.
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Calixto Escariz cuenta con un equipo especializado en el desarrollo de planes e instrumentos de urbanización.