
El Programa de Estudios en Man Común «Ruralidades, Feminismos e Comúns» (PEMAN) nacía de la necesidad de “crear un espacio de pensamiento y análisis sobre cómo el modelo de la gestión comunal que las más de 2.900 Comunidades de Montes Vecinales en Mano Común de Galicia llevan a cabo puede trasladarse a otros ámbitos”.
Esta iniciativa ha sido impulsada por la Universidad de Santiago de Compostela (USC) a través del grupo de investigación Histragra y de los siete grupos de investigación que forman parte de la red ReVOLTA, con la coordinación a cargo del colectivo de creación contemporánea Montenoso y la participación del Museo de Arte Contemporáneo de Vigo (MARCO), y las Comunidades de montes de Vincios (Gondomar) y O Carballo. Sin olvidar, que se trata de un proyecto con participación internacional ya que cuenta con financiación de la fundación franco-española Daniel & Nina Carasso. Hablamos con Fran Quiroga, coordinador del PEMAN, para conocer de cerca esta iniciativa académica.
“Ya existen programas de estudio independientes impulsados por otras instituciones, pero lo realmente novedoso es que el PEMAN es, por primera vez en Galicia, y también a nivel estatal, un programa académico transdisciplinar que cuenta con una red de agentes procedentes de distintos ámbitos –universidades, museos, espacios autogestionados…-, en un formato que adquiere la visión del concepto ‘mano común’, replicando así el modus operandi de las Comunidades de Montes. Porque, haciendo hincapié en el concepto comunal, serán los participantes quienes definan los contenidos del programa, a través del análisis y la puesta en común de cuestiones de participación social o de género, huyendo así de programaciones estructuradas impuestas desde la institución que lo impulsa. Hablamos de autogestión en todas sus vertientes.
Para conocer al grupo de personas que durante los próximos meses formarán parte de este programa acaba de cerrarse el plazo de la primera convocatoria abierta a participantes, a la que se han presentado medio centenar de personas, de los cuales se seleccionará entre 20 y 25 que se convertirán en los verdaderos protagonistas de esta iniciativa. “El perfil de los participantes es muy interesante y variado, desde personas relacionadas con el sindicalismo agrario hasta urbanistas”, comenta el coordinador. Un perfil éste último totalmente justificado cuando de lo que se trata es de trasladar el espíritu y buen hacer de las Comunidades de Montes al entorno urbano.
El concepto de autogestión es la pieza fundamental del planteamiento. Las Comunidades de Montes Vecinales en Mano Común son una “manifestación de la capacidad de la ciudadanía para gestionar un bien, un ejemplo de gobernanza sostenible con un importante retorno social, que puede y debe trasladarse a otros ámbitos. Con este programa lo que pretendemos es analizar las claves de esa gestión comunal para replicarlo a otros espacios o proyectos y transformar así la realidad. Se trata de experimentar y empoderar, al mismo tiempo, a los participantes como autogestores o comuneros.
¿Qué papel juega el feminismo? “El feminismo aborda y subraya las cuestiones desde un análisis de lo micro, desde la autodeterminación y desde la perspectiva centrada en la persona”, lo que aporta una perspectiva, no solamente necesaria, sino complementaria, sobre todo en relación al papel de la mujer en el ámbito rural. De hecho, a la primera convocatoria se han presentado sobre todo mujeres, de entre 30 y 45 años, y muchas de ellas vinculadas laboralmente al ámbito rural.
Durante los próximos meses se abordarán diversas temáticas en torno a los tres ejes en un espacio creado para el debate y el análisis, con la atención puesta en el la gestión sostenible de las Comunidades de Montes, un ejemplo de buena gestión y modelo a seguir.