abogada

Me gusta ser abogada

Me gusta cuando un cliente llega al despacho de abogados, preocupado y ansioso, me explica el problema que le atormenta y yo, después de valorar la situación, veo que hay solución (más o menos complicada, pero solución al fin y al cabo), se la explico, le tranquilizo y esa persona se vuelve más calmada, feliz…