
Internet ha revolucionado no sólo nuestra forma de vivir, sino también el modo de trabajar. La aparición de cientos de apps que nos facilitan la vida se ha trasladado al ámbito laboral, con multitud de herramientas sin las que ya no se concibe trabajar. En el caso del sector legal, son muchas las aplicaciones o apps creadas para facilitar labores en el día a día de abogados, jueces o fiscales. En este post repasamos algunas apps imprescindibles que todo abogado debe conocer para su día a día.
1.- The Law Guide
Entre las distintas apps, esta destaca por su utilidad para revisar de un vistazo términos legales ante posibles dudas que puedan surgir en la actividad litigante del día a día. Con más de 8.500 definiciones, funciona de manera offline, es decir, no es necesario estar conectado a Internet para poder realizar consultas en el buscador de la guía. Esta app incluye también un foro donde poder compartir dudas y opiniones.
2.- Abogae
Una red social dirigida a profesionales del sector jurídico. Muchos usuarios dirigen sus dudas a los profesionales que forman parte de esta comunidad, potenciales clientes a los que se puede responder directamente. Es interesante la opción de geolocalización para conocer qué profesionales jurídicos o clientes se encuentran más próximos.
3.- Scan2PDF
El mundo de la abogacía sigue muy unido al papel. Cientos y cientos de páginas de sentencias, denuncias, informes, boletines… Esta app permite escanear archivos y convertirlos en PDF de manera sencilla y rápida desde el smartphone.
3.- Hightail
¿Qué pasa cuando se desea enviar un mail con documentos adjuntos pero el peso excede el límite soportado por el servicio de correo electrónico? Esta app está diseñada para el envío de archivos de gran tamaño, permitiendo además conocer cuándo se accede al archivo enviado a través de confirmación de entrega.
5.- iJuror
Organizando por expedientes, esta app permite seleccionar y distribuir toda la documentación e información en carpetas, además de guardar los archivos de audio generados con la grabadora del teléfono móvil. Un organizador de documentos perfecto para el abogado.
6.- Evernote
Es más que un bloc de notas, porque incluye todo tipo de facilidades: escribir notas, grabar notas de voz, crear listados a modo de tareas que pueden tacharse a medida que se van completando. Además, las notas o tareas pueden compartirse con otros usuarios y se puede acceder desde móvil, tablet u ordenador.
Surge en muchas ocasiones la necesidad de acceder a documentos con los que trabajamos en el ordenador del despacho. Esta aplicación facilita el almacenamiento de documentos en la nube, a modo de escritorio, donde poder organizar en carpetas los archivos y acceder directamente desde el smartphone.
Esta calculadora permite realizar operaciones aritméticas mediante la propia escritura sobre pantalla. La app detecta la operación leyendo los símbolos y números escritos con el dedo o con lápiz para teléfono móvil.
9.- Feedly
Encontrar información actualizada de manera inmediata sobre casi cualquier tema es posible gracias a Feedly. Incluye informaciones de medios de comunicación, blogs o webs, ofreciéndolo en una sola vista, según la búsqueda solicitada. De este modo, el usuario puede ver de un solo vistazo la información publicada y compartir la que sea de su interés. Además, puede seleccionar sus fuentes favoritas y la app le ofrecerá la información publicada, sin necesidad de acceder a cada una de ellas.
10.- Sign-n-Send
Esta app permite al abogado poder firmar todo tipo de documentos en cualquier lugar y momento. Incorporando la firma digital, la app permite firmar cualquier documento, pudiendo gestionar su recepción y envío con un sólo click.
La número 3 es realmente útil, los abogados manejamos demasiados papeles así que cualquier ayuda en este sentido es bienvenida, ¿para cuándo la digitalización en nuestra profesión? estoy segura de que se agilizarían mucho los trámites. Pero luego surge la siguiente pregunta: ¿cuánto tardaríamos en pasar a digital todo lo que tenemos en papel?
Poco a poco habrá que ir adaptándose.
Enhorabuena por el blog, Calixto.